Experiencia de iluminación de LGC
“Este cuerpo nació en Santiago, Chile, un 28-mayo-1941 y le dieron el nombre de Lionel Garretón Cofré. Le tocó ser el mayor de 4 hermanos varones. Todo fue poco común y corriente en esa vida. Sin embargo, entre cientos de cosas, lo único importante de mencionar fue su Despertar espiritual. Ocurrió en Cochabamba, Bolivia a fines de 1952. Este cuerpo tenía solo 11 años y medio. Y ya era un niño solitario, casi autista, que solía pasear solo, por los bosques y los cerros, fuera de la ciudad. Esa era una tarde muy linda. Yo amaba esa soledad, esa belleza… y entonces sucedió.
De repente, todo se detuvo en el entorno y en mí. No había nada de nada. Ni piso ni movimiento ni respiración. Solo un absoluto Vacío, un Silencio y una Consciencia que tan solo “era y observaba”. No sé cuántas horas estuve así (quizás 6). Y entonces supe que por fin tenía una verdadera Identidad. Y, mientras caminaba, me puse a reír. Durante un largo rato, simplemente me reí. Ahora todo era distinto, demasiado distinto: vivo, luminoso, genial, eterno, divino, sin límites, lleno de Juego y de Dicha, etc. Y me di cuenta que… siempre había estado Iluminado. Y yo no lo sabía. Hasta ese momento, yo casi había sido un niño como todos. Casi uno más del montón. Pero, a partir de mi Despertar, tanto fue mi cambio que mis padres, casi desconociéndome por completo, poco tiempo después, me despidieron y me dieron total “libertad” para irme de casa. Luego me di cuenta que ese Despertar había sido muy, muy grande, realmente inmenso, absoluto. Pues las enseñanzas de otros Maestros y Guías, que fui conociendo, me parecían llenas de fallas, errores, limitaciones, en todos los campos que leía y exploraba.
Y así empezó mi vida de Guía: aconsejando a amigos, escribiendo, practicando contemplación, dando charlas, corrigiéndolo todo, destruyendo los errores, jugando y ayudando a muchos extraviados a “encontrar y encontrarse”. Pero, lo más asombroso fue: contactar los muchos divinos niveles de Aquello, o sea, contactar a Dios, como la más pura e intensa Luz, dentro de mí mismo, y abarcando lo Infinito. Esa Luz lo era todo: Amor, Humor, Sabiduría, Consciencia, Paz, Dicha, Bondad, Identidad, Vacío, Silencio, Eternidad, etc. Desde entonces, “lo he tenido todo y nunca he necesitado nada más.”
“Ese fue mi primer Despertar Espiritual. Luego vinieron varios otros, cada uno de mayor altura aun que el anterior. Poco tiempo después pude permanecer Consciente tanto acá como allá, sin conflicto alguno. Ahí me di cuenta que todos nacimos para estar Despiertos. Y comencé a percibir la gran diferencia y la armonía existente entre estos dos divinos mundos. Uno era el mundo físico, ilusorio, creado y manejado por la Mente pensante, dentro del cual todo el mundo vivía, estaba atrapado, cegado y soñaba. El otro era mi mundo interior, real, espiritual, sutil, universal, el del YO SOY, sin limitaciones, donde uno siempre está Despierto. Ahora, estaba viviendo 100% Consciente de ambos y con una Sabiduría indescriptible, que me daba respuestas a todo, aun antes que las preguntas fuesen formuladas. Esto me resultó muy grato y extraordinario. Pues veía que no había rechazo alguno entre estos mundos. Todo estaba 100% claro y en orden. Eran dos mundos maravillosos, divinos, aunque simplemente muy distintos. Uno Ilusión. El otro Realidad. La total armonización de ambos, en el Perfeccionamiento, era el Gran Plan de Dios para todos nosotros. Cada uno de ellos cumpliendo su misión sabia y sagrada. De esta manera pude entender en qué consiste la Verdad, la total Renuncia, la absoluta Libertad y ese Perfeccionamiento que nos correspondía. Y todo lo humano, lo natural, lo cósmico y lo espiritual me resultó, para siempre, trasparente en un 100%.”
NOTA: La enseñanza de este Guía, muy reservado y poco amigo de figurar públicamente, es 100% original comparada a la de otros Maestros y Guías, porque es más fácil, más directa, más rápida, más poderosa, mucho más profunda, breve y sin esfuerzo alguno de parte del practicante. Él nos dice que “somos seres divinos viviendo encarnados como seres humanos, por poco tiempo.” Complementariamente, LGC nos hace practicar regresiones a Vidas Pasadas, con Mundo de Luz incluido. Este importante Mundo de Luz, es el verdadero hogar del YO SOY de todos nosotros. Una regresión es la activación de esa memoria profunda, que todos poseemos de nuestras Venidas Anteriores. Al desencarnar, todos debemos visitar este Mundo de Luz. Además, y aún más fundamental, este Guía lleva a cada ser humano, incluso a los que viven a distancia, a CONTACTAR la Luz, a su propio YO SOY, el cual es Dios mismo morando dentro de nosotros. Este gran Dios interior, tan divino y maravilloso, es totalmente desconocido por nosotros. Por ello, este Guía, sin esfuerzo y sin demora, buscando “excelentes resultados inmediatos”, nos lleva a contactarlo de manera 100% rápida y directa. Porque contactar a Dios es lo fundamental, para conocerlo, poder avanzar y expresarlo por completo. Este contacto divino le corresponde al 10% de la actual humanidad. Esto es lo que conduce al Despertar total y a la gran Iluminación, con enorme facilidad.