1.1 Los nombres de tus Cuerpos cambian: porque has tenido muchos Cuerpos, todos ellos distintos. Pero, en todos esos Cuerpos, tan sólo moró un Alma, la tuya.
1.2 Tienes un nombre común: que le fue dado por tus padres a tu último Cuerpo, el actual. Pero ese nombre no es el nombre del Alma de Luz que posees y eres.
1.3 En verdad, eres un Alma usando un Cuerpo: Pero no eres este Cuerpo, por más que toda una galaxia te lo asegure. Tú, yo y todos, somos Almas de Luz.
1.4 Yo te hablaré, siempre, desde mi Alma: Ella es mi Verdadera Persona. También tu Alma de Luz es tu Verdadera Persona, morando en tu Cuerpo.
1.5 Eres Alma y Ser de Luz: porque toda Alma está hecha de Luz y, además, eres Alma porque recién viniste desde el Mundo de Luz, tal como vino Jesús.
1.6 Yo te hablaré sin pedirte que me creas: Porque en todo lo mío no necesitas una “fe ciega”. Todo lo mío lo ves, lo gustas y lo compruebas en detalle.
1.7 Jesús nos dejó el muy sabio Evangelio del Amor: pero lleno de muy importantes vacíos, que nadie nunca antes vio, ni señaló, ni completó.
1.8 El perfecto complemento del Amor: Es la Luz Divina. Ahora llegó mi momento de mostrarte y hablarte, a ti y a la Humanidad, de ella. 1.9 Este Evangelio es la otra gran mitad: la faltante, de aquel divino Evangelio que Jesús nos dejó tan incompleto y que nunca antes nadie jamás vino a integrar.
1.10 Éste es el más valioso Mensaje de Luz: jamás dado a la Humanidad. Tú debes compartirlo muy generosamente con todos los demás.
1.11 Tu Alma trae una inmensa, sabia y divina Memoria Profunda: ¿Por qué esa Memoria, no te es más conocida y mejor aprovechada?
1.12 Ésta es la profunda Ciencia del Alma: deja que te la enseñemos esos profesionales que somos los Guías de Luz, y no aquellos aficionados formados en cualquier lado.